El proyecto de Luz Fdez.Valderrama, Francisco Escudero, Marta Fdez. Valderrama y Pepe Mondes de la Vega para el CONCURSO para EUROPAN9 en la ciudad de SORIA, ESPAÑA, obtuvo un premio como FINALISTA (tercer premio). Este proyecto ha sido publicado en diferentes libros y revistas nacionales e internacionales, ha sido expuesto, y sigue siendo para el grupo una referencia para seguir pensando sobre el PAtrimonio y la tematización de las ciudades.
Difusión:
1. Publicado en Revista: Future Arquitecturas, ISSN: 1885-8228, año 2008, pags. 110-111.
2. Publicado en EUROPAN 9 ESPAÑA Editorial: EUROPAN Lugar de Publicación: MADRID, ESPAÑA, ISBN: 978-84-936462.
3.Publicado en EUROPAN 9 RESULTS Editorial: EUROPAN Lugar de Publicación: PARIS, FRANCIA, ISBN: 2-914296-14-2.
4. Exposición del Europan 9. Colegio Oficial de Galicia, Santiago De Compostela.
El artículo de Alfredo Rubio en la Revista Archipielago titulado “Lo común y la tematización de sus lugares potenciales” reflexiona sobre las bases de este concurso y sobre el sentido de este tipo de actuaciones. El texto completo lo podeis encontrar en el siguiente enlace.
Por otro lado, la ponencia presentada al Congreso de Evora, Heritage, titulada “Patrimonio vacio” de Alfredo Rubio, Pablo Manuel Millan, Amanda Mariscal y Luz Fdez.Valderrama, siguen reflexionando sobre las cuestiones que aqui se plantean.
A continuación tenéis un texto explicativo del proyecto que se alimenta de los materiales anteriormente enunciados.
INTRODUCCIÓN: EL PROCESO DE TEMATIZACION DE LAS CIUDADES (Alfredo Rubio)
Tomamos como ejemplo para explicar el proceso de tematiación de las ciudades, la propuesta de Europan para las riberas del río Duero en la ciudad de Soria. Entre otras muchas cosas, es una expresión clara de cómo ha quedado fijada una razón tematizadora en los campos de la Arquitectura y la Urbanística.
En la ciudad castellana Europan propone para su conocido concurso como área de proyecto el territorio comprendido desde la presa de la fábrica de harinas hasta San Saturio. Para quien no conozca este territorio señalaremos que, a grandes razgos, se trata de la intervención en las riberas del río a su paso por la pequeña ciudad. Su calidad ambiental y paisajística es de tal dimensión que hace falta realmente ser poeta para reflejar la atmósfera que allí reina, consecuencia de entrecruzamientos diversos: desde los trabajos del rio a todos aquellos que ha hecho el hombre, con decisivo aporte templario en San Juan de Baños o en San Polo, previsiblemente un antiguo monasterio, junto con el aprovechamiento de su energía para usos industriales y de abastecimiento y los puentes, pues, en realidad, tambien está allí el rio Golmayo.
Por decirlo de algún modo, son los paisajes de los recorridos de A. Machado que quedaron en sus poemas, también de Gerardo Diego y de Dionisio Ridruejo y de otros poetas mas cercanos en el tiempo. Pocas veces, el deambular por la ribera de un rio, especialmente si hacemos el camino desde el claustro de San Juan hasta San Saturio, o tumbarse bajo el arbolado del sotoplaya, alcanza unas significaciones tan profundas y serenas.
Visitantes asíduos de estas riberas no hemos percibido ningún problema significativo. Tan sólo hemos notado la ausencia de aglomeraciones de visitantes, la serenidad del paseo calmo, a veces con el sonido de las hojas de los árboles mecidas por el viento; el majestuoso paso de una cigueña, siguiendo las curvas del rio como senda, a la caida del sol; la belleza de lo no homologado, incluidos sus posibles defectos. La ausencia de todas esas presencias que acaban por agotarnos en cualesquiera ciudades turísticas (centros de interpretación, dispensadores de agua mineral y cocacolas, restaurante tradicional, puntos de venta de artesanía y un larguísimo etcétera). Por el contrario, si hemos visto sorianos que pasean, hacen deporte o meditan, incluso algunos llevan libros. Gentes de todas las edades y condiciones que usan aquellos caminos, puentes y veredas con familiaridad notable aun cuando para ser precisos nos dicen que ha dejado de tener el uso social intensivo que tuvo en el pasado reciente. Aquí, como en tantos otros lugares amenazados, un informe técnico sensible con el lugar no puede ser otra cosa que un discurso desde la razón poética que niega el arte de obtener rentas y fundamenta el derecho ciudadano a la atmósfera.
Según los redactores de las bases del concurso, el rió ha quedado aislado del desarrollo de la ciudad, que atribuyen a que se localiza en su área mas marginal, lo que como mínimo resulta tendencioso pues se confunde barrio popular con barrio marginal. Sin embargo, ignorantes reales o cínicos ante lo evidente, definen como primer objetivo del proyecto la “recuperación e incorporación a la vida de los ciudadanos tanto del barrio colindante, como del espacio natural ocupado por el río, abordando la problemática siguiendo una línea de reflexión a escala urbana”. Después sigue todo ese discurso habitual que traba ciertos conceptos: sostenibilidad, articulación, conexión, funcionalidad, revitalización e implementación de nuevos usos para “revitalizar y ampliar la diversidad de la vida social del barrio del río” .
Obviamente, el lenguaje técnico y el aparente interés por la vida ciudadana y sus sedes posibles sirven para ocultar el verdadero asunto de fondo. Sin que por ello el texto, con la precipitación y la despreocupación habituales, no deje de referirse al “ espacio natural ocupado por el río”(?). Se confirma que estamos ante el cuadro de mandos previo a la tematización si enumeramos las “posibles” veinte intervenciones y “puestas en valor” que se proponen: “recuperaciones” de San Polo, El Molinete, los lavaderos, creación de un centro multiusos (lúdico, deportivo y cultural), rutas y Museo del Agua, entre otras.
Soria es un primer ejemplo de como la razón tematizadora ha acabado por ocupar incluso a quienes tienen que definir los programas de los concursos y prefigura el futuro de la ribera. Con tales mimbres no cabe que los participantes se atrevan a romper el esquematismo tematizador buscando fisuras y lugares desde donde aplicar la imaginación para un proyecto bien distinto. Cualquier proyecto urbano, de la escala que sea, debe, además de responder a la demanda que lo origina, dar una respuesta razonable con el lugar y con los lugares. Es decir, proyectar mal una calle, colocar incorrectamente un puente, orientar mal la futura edificación, olvidar la topografía, la geología, el clima o la atmósfera puede crear incomodidades, marginalizar sectores y gentes, despilfarrar energía, subvertir la lógica de los lugares con sobrecostos innecesarios o simplemente hacerlos desaparecer para siempre. Las intervenciones relacionadas con la tematización asumen un riesgo cierto: actuar como destructoras de un intangible que exigiría una cuidadosísima y humilde postura (proyectual) frente a la impostura del creer que todo puede ser mejorado y que necesariamente debe serlo. En este, como tantos otros casos, ese intangible es la atmósfera del silencio.
LA ESTRATEGIA
El proyecto comienza con unas encuestas dirigidas a habitantes de la ciudad de Soria y a algunos admiradores o enamorados de la misma. Después de estudiar las respuestas, pero sobre todo, impactados por el resultado que los diferentes encuentros habían producido, descubrimos una sorprendente realidad en Soria.
En este caso, las encuestas, lógicamente hechas a priori, más que aportarnos los datos cuantificables para un proyecto –como en otra situación pudiera haber ocurrido- resultó ser una increíble herramienta que nos ha permitido descubrir aspectos insospechados y otra realidad, que a priori no era posible prever:
-Los sorianos, y numerosos hijos adoptivos de la ciudad por la devoción a la misma, aman la ciudad como una realidad secreta, que el destino y las lógicas del mercado han preservado para el gozo de todos ellos, y por la que temen ante posibles expectativas que el mercado descubre precisamente en estos lugares poco revelados.
-El Duero y su entorno es un espacio mágico, increíblemente vinculado a la tierra y al cuerpo, lleno de secretos de los que ellos tímidamente hablan y siempre desde una gran reserva.
-No es posible, en este lugar, hablar de “espacio” y de “programas”, ya que esta realidad es sólo abarcable desde lo “Atmosférico”, una realidad ligada a lo fisiológico, directamente relacionada con el cuerpo y con las sensaciones.
-Este espacio ya no es bidimensional ni tridimensional, sino fenomenológico. No podemos ya, ni debemos (porque aquí nadie nos lo pide), construir espacios ni formas sino ampliar y hacer resonar con más fuerza, las sensaciones que allí tienen lugar.
-Los sorianos aman este lugar como está, echando sólo de menos un mayor uso lúdico de tiempos anteriores, en que unas infraestructuras mínimas, un pequeño embarcadero a cargo de una persona que cuando murió, hizo desaparecer con él las pequeñas barquitas que subían el río hacia arriba.
-La gente, la buena gente, desea disfrutarlo más, no enseñarlo más.
-Y en invierno, el sur, siempre el sur: lugares donde poder tomar los rayos de sol de la tarde. “Estás en la gloria, al diablo las prisas, estás en Soria” dice una popular canción…
Tras estos primeros breves pero intensos encuentros, las herramientas se han encaminado necesariamente para intentar mostrar esa magia, reprimiendo necesariamente, inercias formales y ocupacionales, originando una operación, que se ha reducido necesariamente a lo mínimo: El proyecto trata de superar la circunstancia fotográfica, la realidad exclusivamente visual, para captar y generar una realidad atmosférica, llena de virtualidad, en cuanto a “virtud” y a “potencialidad”, más parecido a la poesía que construye sin agotar. Hacer un proyecto sin formas ni ideas, ni metáforas, sólo de atmósferas. En vez de una idea que oculte o encierre las realidades, se trata más bien de presentar esas mismas realidades, hacer presentes, las criaturas existentes, nominarlas, nombrarlas, mostrando el mundo increíble que hay dentro de cada una de ellas. Por eso la necesidad de un inventario.
Inventario de presencias, criaturas, realidades:
una cigüeña,alto campanario, torre, caserón solitario, golondrinas, pinos azules, finos chopos, camino blanco, álamos de ribera, espuma de montaña, azul lejanía…colinas doradas, verdes pinos, polvorientas encinas, camino,
largo sendero, campo, viento, álamos del río, camino que serpea y debilmente blanquea…ocaso, sol de estío, nubes de fuego, márgenes del río, olmo, cigarra cantora, huerta sombría, cangilones, noria somnolienta, ramas oscuras, son del agua, agua rizada, ojos de puente, arcos de piedra, agua clara, últimos arreboles, olivos grises…negruzcas encinas, agua en sombra, arcos de puente, pobre barca, árbol de ribera, ojos de puente, aire asordado, campo sonoro, campanitas de oro, lucero diamantino, cálido viento, cangilones, noria somnolienta, ramas oscuras, agua…cerros, rapaces, aves de altura, romero, tomillo, salvia, espliego, buitre, puro azul, serrezuelas calvas, curva ballesta, horizonte cerrado, colinas oscuras, robles, encinas, desnudos peñascales, merinos, toros, hierba…lejanos pasajeros, largo puente, arcadas de piedra, aguas plateadas…campillo amarillento, roca y roca, pedregales, águilas, malezas, jarales, zarzas, cambrones, cielo violeta, aire ensombrecido, murmullo e gua, cerros de ceniza, caliza, puenteálamos dorados entre San Polo y San Saturio, murallas, chopos, hojas secas, son de agua, viento, cortezas, iniciales y cifras, ruiseñores, viento, agua, montes de violeta…cierzos, sierras grias, chopos, olmo, campanarios, cigueñas, zargal, rebaños blancos, merinos, hayedos, montañas, serrijones, lomazos, arameras, águila, cuervo, alcores, roquedas…rocas que suenan, montes de ceniza y violeta…
Recuperar más que el río, que ya está, la manera de usar el mismo en épocas anteriores, incorporándolo a la vida de la ciudad de un modo cotidiano. Este modo cotidiano de convivir con el río es lo mejor que la ciudad de Soria podría ofrecer a los viistantes, más que un espectáculo, una estancia-habitación donde descansar tranquilo, con una cierta soledad acompañada,
Del plan destacamos la voluntad de ampliar el tejido urbano allí donde la ciudad se acerca más al río, en el camino de San Ginés y en la prolongación de la zona de los Pajaritos, zona deportiva que podría compatibilizarse con otos programas complementarios. En la zona intermedia, el proyecto intenta que sea el río el que se acerca a la ciudad, ampliando la zona verde existente por el plan de ordenación urbana. Utilizando esta zona de ciudad como distancia hacia el río. Esta zona se incorporaría a la depuradora existente, incorporando a ésta un tercer ciclo de depuración limpia por medio de microfitas, algas, juncos… que utilizarían este mismo nuevo parque como sistema de depuración de las aguas.
El proyecto construye con más árboles y con más agua, sólo un parque y una casa, eligiendo que la propuesta sea sólo “un nuevo plano de reflejos”.
EL PROYECTO:
EL PARQUE:
La propuesta decide, en primer lugar, evitar el crecimiento del ecosistema ciudad sobre el ecosistema río, potencian a la inversa, un crecimiento del río sobre la ciudad. Esto se consigue por dos vías, primero, ampliando los límites de la zona de parque protegido, proponiendo un nuevo parque de depuración y reciclaje (ya que estos terrenos se encuentran entre la depuradora y esta zona protegida. Por otro lado, el proyecto se impone como constricción minimizar las intervenciones sobre el río, limitándolas básicamente, a la construcción de “un plano de reflejos”: por medio de un sencillo sistema de pozas de reciclaje combinadas con nueva vegetación arbórea, la intervención pretende ampliar las mismas atmósferas que ya existentes en ese lugar. El resto del proyecto consiste en desvelar la propia singularidad del recorrido por el río, como atmósferas que se ofrecen para estancias de disfrute. Imaginando y potenciando lugares ya existentes para ser habitados por los “ciudadanos de la tierra”, capaces de saborear determinadas fragancias y sensibles a determinadas realidades.
LA CASA
PROGRAMA PARA LA CASA DEL HOMBRE EN LA TIERRA:
Un lugar para tumbarse en la hierba y descansar.
Un lugar para mirar las estrellas.
Un lugar para admirar, sentado, la puesta de sol… y las cigueñas.
Un lugar para pasear descalzo.
Un lugar para bañarse
Un lugar para chapotear
Un lugar para descansar a la sombra
Un lugar para leer paseando
Un lugar para leer a la sombra, sentado, sólo, en pareja o con buenos amigos.
Un lugar para saborear productos de la tierra y para soñar
Un lugar para festejar las fases lunares, los solsticios y equinocios
Un lugar para jugar en una pequeña barquita
Un lugar para juegos de niños
Un lugar para disfrutar el atardecer
Un lugar para disfrutar el amanecer
Un lugar para disfrutar
Un lugar para escuchar la hierba
Un lugar para ser golpeado por la brisa
Un lugar para escuchar las rocas
Un lugar para olvidar las prisas
Un lugar para disfrutar los verdes, azules, rosas y morados.
Un lugar para ver, al sol, al medio día, verdear la hierba.
Un lugar para ver llover a cubierto
Un lugar para disfrutar mojándote con la lluvia
Un lugar para oler a tierra mojada
Un lugar para abrazar árboles
Un lugar para dormir la siesta
Un lugar para comer con la familia
Un lugar para subir y cansarse
Un lugar para descansar en alto
Un lugar para escuchar música
Un lugar para tocar música y vibrar con ella
Un lugar para descalzarse
NORMAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CASA DEL HOMBRE EN LA TIERRA:
1. En vez de acercar la ciudad al río: Acérquese el ecosistema del río a la ciudad ya que éste es mucho más inteligente y utiliza mecanismos medioambientalmente mucho más sostenibles.
2. En vez de “poner en valor” algo que ya está cargado del mismo: Está usted obligado a descubrirlo por sí mismo.
3. En vez de construir hitos en un paisaje que te condiciones a seguir una senda prefigurada por otros: Disuélvanse las micro-actuaciones en el paisaje de manera que carezcan de figura o puedan dibujar miles de ellas.
4. En vez de “turistizar” el río, como un objeto de consumo más dentro de una sociedad del espectáculo: conviértase usted en soriano, aunque sea sólo por unos días, y dísfrútelo.
5. Descúbrase como hijo de la Madre Tierra y déjese abrazar por ella.
6. En vez de enseñar, bajo la dirección de un guía, los valores de este sitio, temátizándolos: Descúbralos, en solitario o acompañado de buenos amigos.
7. En vez de atravesar el río con un gran barco, como si el único sentido de un río, o de cualquier cosa fuera su uso inmediato, directo y sin preámbulos: Conservar el río como pausa, conservar o consolidar la necesaria distancia entre el río y la ciudad. Es precisamente esta distancia la que lo carga de contenido, la que permite que se perciban determinados sonidos, fragancias, olores, luces… las atmósferas y la que permite que coexistan numerosos seres y presencias.
8. Utilice, en las pequeñas restituciones, materiales permeables que le permitan estar en contacto con la tierra: Túmbese, haga una buena puesta a tierra, suelte tensiones y descanse.