IN-GENTES participó en el encuentro organizado por Felix Arranz, director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad San Jorge de Zaragoza, mediante la participación de Miguel Villegas y Luz Fernández-Valderrama. El encuentro fue patrocinado por FIGUERAS International Seating
La intervencion de Luz fue en siguiente sentido:
Como coautora de algunos productos de eso que tradicionalmente se ha definido como Arquitectura (Edificio de 19 viviendas en la calle Inocentes, Reforma de pareado en Mairena, Vivienda en el Puerto de Santa Maria, Rehabilitación de vivienda y transformación en 5 viviendas en la C/Goyeneta…) me encuentro en este momento, no sé si gracias a las transformaciones de mi vida personal, o de mi despacho profesional, o de las diferentes labores que desarrollo en la ETSAS, en un proceso de cambio y redefinición personal-laboral-docente en la que la bendita crisis (con perdón), está generando un contexto propicio para reformar o reformular los viejos conceptos con lo que hemos trabajado, las antiguas estructuras de funcionamiento, o simplemente eso que llamamos arquitectura.
Pienso, desde un punto de vista tanto docente como profesional, que la Arquitectura como profesión, ya es o debe ser otra cosa. Escuchaba alarmada hace poco a un amigo de otra disciplina (¿otra?) enunciar que como profesión nos veía muy atascados, esperando en nuestros estudios que nos llegue un trabajo cuando ya nadie trabaja así (tal vez hemos entendido el estudio como eso, como un puerto al que llegan cosas y del que salen, identificando el estudio o el oficio con el espacio-puerto…creo que ahora mismo el oficio no es el puerto sino el barco, el conjunto de barcos-colectivos en los que navegamos inventando futuras aventuras).
Por otro lado, observo a una generación de arquitectos recién salidos de la escuela, increíblemente preparados, que se encuentran en un limbo de lo arquitectónico, hijos todavía de un viejo modelo, que se chocan con un contexto nuevo, con otras claves, para las que no han sido ejercitados.
Creo y espero que nuestros actuales alumnos están o estén mucho mejor preparados para un nuevo contexto y una nueva definición de lo que es Arquitectura.
Creo más que nunca en la producción colectiva.
Creo más que nunca en la desaparición del arquitecto como “autor” o firma que se identifica claramente con un destino.
Creo más en una profesión de agentes capaces de detectar problemas, de hacer un análisis de los mismos cargados tanto de precisión como de creatividad (rigor e imaginación) y de anticipar posibles y múltiples soluciones para interlocutores concretos y clientes potenciales.
Tendremos que convencer a las empresas para que subvencionen estos otros productos y seguiremos convenciendo a las administraciones para que inviertan en investigación (aunque no puede ser este el único anclaje de esta nueva producción)
“La arquitectura ha dejado de ser un princesa” enunciaba ya hace mucho tiempo José María Torres Nadal en su blog personal “…y bajándose de su pedestal ha descubierto un mundo mucho más interesante que el que allí creía haber construido“. Esta nueva situación nos ayuda por un lado a recuperar el papel social que en otras época ha tenido la arquitectura y como la otra cara de la moneda aparecen nuevas e interesantísimas situaciones en las que vamos a poder mostrar los resultados como léxicos, herramientas, visiones y procedimientos nuevos para lo arquitectónico, con desarrollos basados en la proyección relacional de la arquitectura, más que su proyección objetual, que ya ha dejado de tener interés.