7º Post de la ciudad Viva: Publicado el 8 de junio de 2010.
La fiesta, las diferentes fiestas de nuestras ciudades, nos demuestran continuamente su capacidad para regenerar tejidos urbanos y sociales.
La fiesta deconstruye las lógicas establecidas en la ciudad instalando unos nuevos órdenes de uso del espacio público y el privado, transgrediendo sus límites y estableciendo unas nuevas reglas del juego donde ya no está tan claro donde empieza la casa y donde el espacio colectivo o público. Parece casi evidente enunciar que tal vez no hay ciudad más viva que la ciudad en fiesta, pero la vida va asociada precisamente a habitar de un modo alternativo los espacios cotidianos, que es un modo seguro de habitar realmente el presente (que es el mejor modo de estar vivo).
La fiesta aparece como agente activador del espacio público y desestabilizador del espacio doméstico, rompiendo y abriendo sus límites, abriéndolo o disolviéndolo en el espacio público. En las fiestas de Andalucía, el patio, el zaguán y la calle han jugado un papel esencial como soportes de estas transgresiones. Conocemos abundantes casos en que esa relación comprende la secuencia calle/zaguán1/patio/zaguán2/calle (como en los barrios malagueños de la Trinidad y el Perchel) donde podía complicarse con una secuencia de patios sucesivos, de modo que nos encontramos ante un espacio que también desempeñaba potencialmente funciones de paso. Pero además, en muchos barrios de Andalucía, tipologías como estas, pero también las viviendas unifamiliares y plurifamiliares medianeras asentadas en tramas adecuadas, permitían también la ocupación de la calle como espacio para ciertos usos cotidianos, incluso constantes, y la fiesta (por ejemplo el caso de la Barceloneta en Barcelona).
El patio era, y sigue siendo en algunos casos, un espacio de usos y de múltiples posibilidades para las interacciones sociales de muy alta complejidad y densidad significativa y lugar por antonomasia de la fiesta, espontánea o reglada. Se observa todavía en Los Patios (Córdoba), las Cruces de Mayo (Granada, Sevilla). Estuvo vivo hasta fechas recientes en los pequeños Corpus (La Trinidad, en Málaga) y en ciertas fechas clave navideñas (Cádiz y Jerez).
En otras localidades sin embargo (es el caso de los partiditos de Cádiz), la ciudad ha inventado con el tiempo, interesantes prótesis que se han encargado de disolver la relación privado-público.
No es casual que las grandes fiestas ocurran en la ciudad heredada, las tipologías contemporáneas, en gran medida, no facilitan la fiesta en estas escalas, por la ausencia de estos elementos, por el tamaño o el tratamiento de los mismos. El patio o los espacios comunes de las viviendas plurifamiliares en altura; la rígida caracterización funcional y física de los espacios exteriores (mas que públicos destinados a la circulación y el aparcamiento) no inducen a la construcción de una identidad posibilitante de lo social. La interacción social cotidiana queda en muchos casos casi imposibilitada, carece de sede posibilitante. En este sentido, la inacción profesional competente en el proyecto del espacio contemporáneo, de manera muy especial en el proyecto del espacio intermedio, se acopla complacientemente con la ausencia de demanda social sobre las condiciones de ese espacio no doméstico o privado. Sin embargo, no cabe atribuir toda la problemática a las condiciones físicas: los nuevos considerandos sociales hacen imposible la interacción e incluso trabajan por evitar cualquier ocupación de los espacios comunes ya que parecen aspirar al aislamiento, a la ausencia de ruido de fondo…
Con la fiesta ocurre algo similar que con el juego, con el que guarda además alguna relación, que vienen a ser considerados subsidiarios, poco significativos pero son capaces de transformar el modo de ser o estar en la ciudad. Numerosas acciones contemporáneas reactivan la ciudad y el deambular casi automático de los ciudadanos.
Con el objeto de estudiar la cuidad desde las claves del juego y la fiesta, el curso de Fundamentos de habitar 07-08 se denominón Play-Spaces, haciéndole honor al proyecto de Liane Lefaivre+Doll, publicado en el libro Ground-Up City. Play as a desing tool. La premisa del curso era considerar la ciudad como un lugar potencialmente lúdico y desde esa premisas poder repensar y reconstruir la ciudad recuperándola para los agentes de la fiesta o del juego.
La diversión -o la extrañeza- que vienen de la mano de la fiesta o el juego, con sus múltiples facetas, pueden descubrirnos nuevas claves para cambiar o renovar las dinámicas de la ciudad y conseguir así espacios más saludables. Los proyectos por otro lado, deberían aprender de estos tejidos sociales para repensar sus soportes, más generosos entonces y por tanto también más saludables..
Referencias:
-Reinoso Bellido Rafael, Rubio Diaz Alfredo, Fernández Valderrama Aparicio Luz: ”Transformaciones en la Relación Entre lo Doméstico y lo Público”. Neutra. Revista de Arquitectura. Vol. 1. Núm. 16. 2007. Pag. 52-57. Coautores de las imagines: Marta Fdez.Valderrama y Francisco Pérez Ropero.
-Liane Lefaivre+Doll, Ground-Up City. Play as a desing tool.. Edited by Liane Lefaivre, Döll Designed by Ben Laloua/Didier Pascal ISBN 978 90 6450 602 4 published 2007
– Fredy Massad y Alicia Guerrero Yeste, “Con la ciudad en el Juego” Publicado en ABCD las Artes y las Letras – Número 807.