Dec 302014
 

En este proceso de recapitulación,  a todos los niveles, que suele hacerse a finales de años y más en estos espacios de docencia e investigación (sometidos a los sexenios y acreditaciones), recogemos una obra construida en el 2001, que actualmente vuelve a nuestras mesas de trabajo por razones diversas. Nos referimos a la obra de 19 viviendas en al calle Inocentes, en el Barrio de San Luis (Sevilla), una obra de la empresa promotora y constructora PROGECSA, que apostó de una manera notable, en una promoción privada, por la innovación en el ámbito de la vivienda y de la producción de la ciudad.

 

Deuda ésta, contraída con alumnos de la ETSAS, que nos requieren información gráfica del proyecto y obra, gracias a la gentileza de profesores del departamento de Proyectos que la incluyen en los inventarios de obras construidas de la ciudad, para ser estudiadas y analizadas en clase. Publicamos aquí imágenes de la obra, planos e imágenes de la maqueta, publicaciones en las que se ha incluido, destacando la reflexión realizada en su día por Jose Ramón Moreno y Félix de la Iglesia, memoria que tantas veces ha sido utilizada para explicar el proyecto (sirva también de homenaje para ellos, por esa importante labor realizada).

Si bien el fin de obra es del año 2001, el proyecto fue presentado al concurso RS04 VIVIENDA SINGULAR, promovido por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, CSCAE, siendo seleccionado en la primera fase para ser publicada en la Revista ARQUITECTOS, Nª173. Prestigioso concurso, revelador para la construcción y reformulación de la vivienda contemporánea, en la primera década de siglo al que concurrieron un total de 116 propuestas, de las que el proyecto fue una de las finalistas seleccionadas para la publicación en la Revista Arquitectos del CSCAE.

FICHA TÉCNICA:

Arquitectos:  Luz Fernández-Valderrama Aparicio y Francisco Bernal Ordóñez

Promotora y constructora: Promociones Generales y Contratas, S.A. (PROGECSA)

Arquitectos técnicos: Antonio Tejonero, José Romero.

Colaboradores: Álvaro Cárdenas, Salvador Amuedo, Francisco Escudero, Marta Fernández-Valderrama, José Bernal, Ernesto Alley.

Fotografías: del estudio.

 

PUBLICACIONES
-Fernández-Valderrama Aparicio y Francisco Bernal. “Un mundo lleno de agujeros”, REVISTA ARQUITECTOS Nº173, pag. 97 Edita: Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España CSCAE. España.2005 (Revista indexada en AVERY Index to Architectural Periodical). ISSN: 0214-1124.
-Sevilla 1995-2005: Arquitectura De Una Década. ISBN:984-933738-8-5 , Sevilla 2006, Ed. Colegio Oficial De Arquitectos De Sevilla
-“Páginas de arquitectura de Sevilla 1999-2006.” ISBN: 978-84-88837-73-8. Edita Grupo Joly. Libro de Jose Ramón Moreno y Felix dela Iglesia. Sevilla 2007.
-Publicación en Suplemento Cultural Diario de Sevilla. Editor Grupo Joly. 1 Página. Año2002

EXPOSICIONES que han mostrado el proyecto
– “Arquitectura con arquitectos. XII semana de la arquitectura”. Colegio oficial de Arquitectos de Sevilla y Ayuntamiento de Sevilla. Avda. de la Constitución. Del 1 al 30 de Octubre de 2013.
– “Páginas de arquitectura de Sevilla 1999-2006.”. Ayto. de Sevilla y Grupo Joly. Apeadero de los Reales Alcázares de Sevilla. Del 12 de Junio al 1 de Julio de 2008.
– “Sevilla 1995-2005. Arquitectura de una Década”. FIDAS, COAS y Orden de arquitectos de Venecia. Villa Pisani. Venecia. ITALIA 1 de julio al 15 de agosto de 2006.
– “Sevilla 1995-2005. Arquitectura de una Década”. Organiza Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla. Plaza Nueva de Sevilla. 3 de octubre al 4 de noviembre de 2006.

IMÁGENES DEL PROYECTO











PUBLICACIONES:

“Páginas de arquitectura de Sevilla 1999-2006.”. Ayto. de Sevilla y Grupo Joly. Apeadero de los Reales Alcázares de Sevilla. Del 12 de Junio al 1 de Julio de 2008.

“Sevilla 1995-2005: Arquitectura De Una Década”. ISBN:984-933738-8-5 , Sevilla 2006, Ed. Colegio Oficial De Arquitectos De Sevilla

MEMORIA-PÁGINAS DE ARQUITECTURA, DE JOSE RAMÓN MORENO Y FÉLIX DE LA IGLESIA

Pasando casi desapercibidas, en una de las zonas más a renovadas de la ciudad por la incidencia que sobre los solares ha tenido el plan Urban, estas viviendas de Fernández-Valderrama y Francisco Bernal incluye una de las piezas clave para observar otra manera de pensar la casa y la arquitectura necesaria para ello.

Durante mucho tiempo con una estrategia perfectamente diseñada y dimensionada se nos dijo cuál era la condición de la arquitectura propia de nuestro tiempo y, para Andalucía, cuáles los procedimientos oportunos adecuados para unas condiciones de contorno y un estilo definido.
Inmersos en este horizonte hemos vivido y en él hemos actuado: unos más y otros menos. La crítica simulando indicarlo lo bueno y lo posible de esos considerandos, la Escuela de Aquitectura de Sevilla, haciendo como si de tal se tratara y las promociones de una incipiente administración pública democrática necesitando propiciar una imagen clara que representa sucesiones de modernización.

Todas esas instancias daban soporte y juego a una producción que se quería rigurosa con lo local y deseosa de un reconocimiento internacional. A la postre, se daba forma a un tranquilo lugar de encuentro de una modernidad que no necesita de grandes invenciones para producirse y una tradición a veces asfixiante pero siempre justificadora con la que estaban obligados a encontrarse. Un soporte sólido y bien estructurado que ha pervivido durante cerca de 25 años para ocultar una transformación revolucionaria de las condiciones y exigencias en las que se mueve la arquitectura.

Desde este punto de vista, lo que quedaría por hacer con ese glorioso y políticamente correcto soporte, bien podría ser un homenaje, que lo consagrará definitivamente como lo que es: algo perteneciente al pasado. Un marco que, sin embargo, continúa para muchos vigente, por cuanto responde a una sensibilidad regresiva propia de nuestra sociedad, y sobre el que se proyecta, aún hoy, gran parte de la producción de la arquitectura andaluza y, especialmente, de una de sus temáticas y ocupaciones principales: la vivienda.

Así las cosas, abordar la casa colectiva en el medio urbano parece convertirse en un problema perteneciente un recetario de respuestas codificadas: a partir de un programa convencional de habitación, la calidad e idoneidad de la intervención deriva tanto de la relación de la casa con la ciudad y con la comunidad a través de sus vacíos patios, como de su imagen reconocible que recorre la fachada, desde el gran basamento hacia la coronación de sus paramentos en un decreciente de forma y dimensión. El oficio dispone el tipo edificatorio adecuado a la caracterización morfológica que se hace de la forma urbana; ello, junto a una correcta construcción garantiza la sabia y explícita respuesta, tanto como para ser reconocida como perteneciente al soporte que le aseguró su viabilidad. El círculo se cierra y los celebrantes se reconocen en una pieza más de su ya largo collar de caza.

La medida necesaria

Pero no es la única manera. Difícilmente podremos aplicar esta lectura a la pieza situada en el barrio de San Luis

Elemento singular y destacado de la última arquitectura doméstica realizada en nuestra ciudad, en la que se ponen en juego mecanismos de ocupación y relaciones bien distintos y no precisamente provenientes de las indicaciones del nefasto plan Urban, todo lo contrario. El sistema de ocupación y apropiación del solar por cada vivienda responde a una consideración crítica con los mecanismos de implantación convencionales y al cuestionamiento del diseño y organización de los nuevos espacios urbanos del barrio de San Luis. Así en una de las zonas más oxigenadas del casco histórico, el proyecto propone recuperar de alguna manera, la escala y el sentido de los vacíos de esta trama de la ciudad.

No pensemos en la fachada a la calle Inocentes como el mecanismo que asume la representación y la identidad de la comunidad de vecinos, porque donde se propondrá ésta será en la propia lógica y disposición de las viviendas al reunirse en el sitio: un tejido fino y denso como soporte de una manera de vivir diferenciada, un entramado que trenza lo individual de cada casa con la parte cedida a la comunidad para que se reconozca como tal, una malla de llenos y vacíos atenta a capturar el sol, la lluvia o el viento, en una secuencia continua que va desde el exterior más público extendiendo la calle hasta el primer vacío, al interior mas intimo de la habitación. De este modo, el lenguaje de la fachada nos remite a la consideración de dicho elemento como una medianera más de las existentes en aquella zona de vaciamientos. La casa llegará apropiarse según la posición que ocupen en el solar, de un pequeño patio o terraza como extensión y constitución de un mundo propio, donde las miradas de la casa se entrelazan conformando un espacio simbólico y funcional.

De la misma forma, nos encontramos los castilletes de las casas emergiendo cada uno de ellos con una orientación y una apertura hacia el paisaje circundante de la ciudad diferente: ellas conformarán un panorama donde coexista la cornisa del Aljarafe, el palacio de Dueñas, la Iglesia de San Marcos o San Luis, en medio de la topografía movida de las azoteas sevillanas. Van a ser éstos dispositivos que el proyecto inventa como propios y que se concretan durante la ejecución del mismo, los que posibiliten y traigan a la ciudad, unos modos de vida alternativos pero quizá no tan ajenos a los de la propia ciudad.

Aperturas Alternativas

Injertar en esa trama desparramada por unas intervenciones que han abierto en canal el tejido compacto de la zona, estas pequeñas edículas habitacionales, hacen que tengamos muy claro que no vamos a encontrar aquí ese patio singular que reúne al conjunto de las viviendas, que oculta las incidencias y deformaciones del solar con el sellado pormenorizado de las medianeras y que se constituye en soporte de toda la simbología de la casa sevillana donde poder reconocer al conjunto de los vecinos. Mejor, recorramos a través de los accesos de la planta primera la secuencia de llenos y vacíos que conforman alternativamente ese otro tejido, introduciendo una escala dimensional y un carácter ambiental que viene a restablecer espacios perdidos de nuestra experiencia vital. En este entramado, el mecanismo de acceso a las distintas viviendas se establece desde un corredor situado en el lateral izquierdo del solar, junto a la entrada de vehículos, que registra el fondo del mismo y donde se disponen los tres núcleos de subida. A todas las viviendas se accede desde la planta primera por tres galerías orientadas al norte de manera que, o se entra a una vivienda a la altura del salón y cocina y se baja los dormitorios, o se asciende a la vivienda ático.